LA PROXIMIDAD COMO COMPROMISO ÉTICO DEL MAESTRO
Willian Fredy Palta Velasco.
La ternura es expresión que uno al aceptar al otro en su
legitimidad lo acoge junto a uno. La aceptación de legitimidad del otro es
visionaria. Consiste que uno ve al otro y al verlo no lo niega, pero eso no
implica necesariamente que uno lo acoja. Si lo acoge hay ternura. La ternura
entonces, no es otra cosa que moverse con el otro en esa visión que lo acoge y
en la cual uno descubre sus deseos y necesidades y lo toma en cuenta en su
vivir.
Humberto Maturana
El sentido de lo humano
La educación es un asunto de relaciones, en el que solo es
posible el aprendizaje cuando se logra el establecimiento de vínculos afectivos;
lo que implica redimensionar el ejercicio docente desde una expresión
existencial como apuesta ética, que trascienda la enseñanza y supere la visión
reducida de la educación como la transmisión de datos y contenidos, concebido como el
único medio de establecer relaciones (Freire, 2005) . El ejercicio
pedagógico centrado en un positivismo cuadriculado y rígido, crea una distancia
en las relaciones pedagógicas rompiendo todo espacio existencial y sensible,
porque se enmarca en el ego narcisista del docente, con un discurso cargado de terrorismo
epistemológico como argumento fundante de su saber, desconociendo que la
educación es un permanente encuentro de humanidad.
El ejercicio docente asumido desde este compromiso ético,
implica la proximidad, como la capacidad
de salir de si y entrar en relación simétrica de cuidado, respeto y compasión, constituyendo
su ejercicio pedagógico en una praxis que transforma, renueva y crea. Es en
este sentido, que el ser maestro-maestra se constituye en un acto de amor, de
entrega y servicio. Este compromiso
ético es fruto de su vínculo afectivo con su propio ser y del sentido de humanidad
que alberga en su interior. Es así, que la praxis pedagógica del maestro y la
maestra desde la sensibilidad está
impregnada de una profunda espiritualidad que trasciende desde el alma humana y
se conecta existencialmente con la humanidad de otro-otra y del mundo al que
pertenece.
Esta profunda sensibilidad pedagógica, posibilita contemplar la realidad
desde una mirada que no se deja atrapar
en los reduccionismos propios de una sociedad consumista y mercantilizada que
excluye y segrega, por eso la proximidad acoge, reconoce, valora a todos y
todas sin excepción promocionando su dignidad y el desarrollo de
capacidades. El compromiso del maestro/maestra
como praxis de proximidad, consiste en la superación de los reduccionismos y de
las barreras con las que limitamos nuestras
relaciones en la cotidianidad, al considerarnos poseedores absolutos de la
verdad generando exclusión, agresión e
indiferencia, es así que la proximidad se configura desde un sentido de
humanidad en el despliegue del amor, que es comprendido desde la mirada de
Maturana al expresa que “El amor es el fundamento de lo social pero no toda convivencia es
social. El amor es la emoción que constituye el dominio de conductas donde se
da la operacionalidad de la aceptación del otro como un legítimo otro en la
convivencia, y es ese modo de convivencia lo que connotamos cuando hablamos de
lo social. Por esto digo que el amor es la emoción que funda lo social; sin
aceptación del otro en la convivencia no hay fenómeno social” (Maturana,
2002)
Asistimos, entonces, a un sistema educativo frio y rígido que
no permite el encuentro, las relaciones humanas, simétricas y amorosas, dificultando el aprendizaje, e impidiendo que la vida en
la escuela se transforme. Se hace necesario entonces, indicar que aprendizaje no es saber, no es acumular
datos e información, no es producir un nuevo saber. Aprendizaje es la
trasformación de la vida a través de las relaciones, del vínculo afectivo, del
encuentro con sentido de humanidad. Una visión
de “aprendizaje” centrada exclusivamente en los contenidos, no favorece
los procesos pedagógicos con sentido de humanidad, lo que dificulta los
procesos educativos, todo esto porque no se establece un sentido, ni una
relación significativa con la vida de los participantes, por lo tanto, será una
educación sin vida, ni sentido de vida.
La educación desde esta perspectiva de la proximidad como apuesta
ética, se comprende como el despliegue del amor, que le configura a la
educación un sentido de humanidad, en otras palabras, el amor expresado por Maturana (2002) como una emoción biológica presente
en todos y todas, pero que al no desplegarse
genera manifestaciones de agresión e indiferencia. En este sentido, considero,
entonces, lo que permite el despliegue del amor es la proximidad, como elección
humana que se establece desde la
aceptación, el encuentro y el reconocimiento del otro/otra como legítimos. La
proximidad es el despliegue del amor en la convivencia, en la cercanía y el
encuentro.
La educación como proximidad, es una praxis pedagógica
fundada en el amor que exige una forma especial de comunicación, no desde el
discurso retórico, vertical y deshumanizado, sino desde la capacidad dialógica
del encuentro simétrico, participativo, democrático y cálido con sentido de
humanidad presente en el maestro/maestra,
que se comprende cómo ser en proximidad. Solo desde este lugar se gestan los
procesos de aprendizaje. La proximidad, entonces,
como compromiso ético, configura
la educación en una expresión comunitaria, social y fraterna que alimenta el deseo, la utopía y el
anhelo de un mañana mejor. La proximidad nos compromete en la esperanza, por
eso ser maestro/maestra es asumirse como un ser sensible, dialógico y solidario
que conserva la entereza y la fuerza para superar la desigualdad, la tristeza y
caminar comunitariamente en el sendero pedagógico, con el compromiso existencial de vivir cada día con un profundo
sentido de humanidad, como un ser en proximidad.
Un homenaje para los maestros y
maestras que viven cada día como seres en proximidad
Willian Fredy Palta Velasco
Mayo 2015
Bibliografía
Freire, P. (2005). Pedagogía del oprimido.
México: Siglo XXI.
Maturana , H. (2002). El sentido de lo Humano.
España: Dolmen.
Maturana, H. (2002). Emociones y Lenguaje en
Educación y Política. España: Dolmen Ediciones S.A.