Por: Docente Luis Felipe Silva
Entre el 19 y 22 de julio del presente año se llevó a cabo la Conferencia de las
Naciones Unidas Cumbre Rio + 20. El tema central de la Cumbre, que aglutinaba a mandatarios de
todo el mundo, fue el Desarrollo Sostenible. La propuesta de Desarrollo
Sostenible ya había sido un capitulo más en Rio 92. Sin embargo, veinte años, y después de varias cumbres, al
tema del medio ambiente ya se le sumaba el tema económico desde una perspectiva
de la relación problemática ambiental y la economía. Fue el tema económico el motivo por el cual la cumbre, en realidad no llenó las
expectativas que cada cumbre despierta.
En primer lugar una buena parte de los
mandatarios de las potencias
mundiales no estuvieron presentes. La
crisis económica actual de países europeos como Grecia, España, Portugal,
Italia… fue una “poderosa” disculpa. El objetivo hoy es mantener, o mas
bien, no perder el poderío económico del
Euro y reactivar la economía de estos países europeos. Lo ambiental puede dar
una espera.
Por otra parte los representantes
de los países en desarrollo o
emergentes que estuvieron
presentes en la cumbre, esperaban, como
mendigando, la aprobación de un fondo
por parte de los países poderosos, con el fin de patrocinar empresas que tengan como prioridad el Desarrollo
Sostenible. Sin embargo frente al panorama de crisis económica los países poderosos dejaron a un lado la
idea de la creación del Fondo. Simplemente fue una idea que no se capitalizó,
como muchas ideas que en las diferentes cumbres
nacen pero no llegan a concretarse.
Desde la distancia las
cumbres sirven para lanzar la idea que
existe una preocupación, a nivel
mundial, sobre la problemática ambiental. Sirven para promocionar partidos políticos mal llamados “verdes”, los
cuales utilizan la coyuntura ambiental como bandera camuflando sus ideales socislistas o mas bien añorando un pasado socialista que ya no existe.
Rio+20 dejó como conclusión que
los países desarrollados, siendo los más contaminantes, miran hacia otro lado
cuando se les cuestionan su participación en la contaminación del planeta. Es menester recordar por un momento al Maestro
Augusto Angel Maya: “Posiblemente el primer efecto ambiental del desarrollo moderno que es necesario considerar… es el impacto
sobre la cultura. Es un efecto invisible, difícil de precisar, pero es
quizás el de más hondas consecuencias. La sumisión de la cultura a un
propósito único de acumulación significó
o está significando la pérdida
progresiva de la heterogeneidad
cultural” (1)
De igual
manera si existe algo por destacar en la
cumbre fue el discurso del presidente del Uruguay José Mujica (2)
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(1) ANGEL
MAYA, A. La fragilidad Ambiental de la Cultura. Instituto de estudios
Ambientales. Editorial Universidad Nacional, Bogotá. 1995.